La Copa EL PAIS 1970

CAMPEÓN DE CAMPEONES

En 1970 San Eugenio conquistó el VI Campeonato de Clubes Campeones del Interior, Copa "EL PAIS", organizado por ese diario de la capital y auspiciado por OFI. Las cinco versiones anteriores habían sido siempre conquistadas por equipos del sur de nuestro país, en aquella ocasión era la primera vez que la ganaba el representante de un departamento al norte del Río Negro.
Aquel sistema de disputa ya no existe pues participaban únicamente los campeones de cada Liga, entonces se trata de una hazaña irrepetible: Campeón de Campeones.Fue el primer triunfo a nivel nacional de un equipo artiguense y el precioso trofeo está en las vitrinas de la sede.

Fue un logro muy importante, muy especial y será por siempre recordado y comentado, algo que no podemos dejar de mencionar en esta reseña histórica.Pero como no es costumbre de la institución valorar un triunfo sobre los demás, pues se considera que absolutamente todos, son el producto del cariño en el esfuerzo y el trabajo de mucha gente que siempre - inclusive en cada derrota y jornada adversa - pone lo mejor de sí para el bien del más querido, a seguir nos permitimos reproducir lo que escribió gente ajena al club, periodistas de otros lados que opinaron así:

Editorial de la página deportiva del diario EL PAIS al culminar el campeonato de clubes campeones del Interior del año 1970

Por Efraín Martínez Fajardo(Jefe de la Sección Deportes de El País de Montevideo).

SAN EUGENIO ES ALGO MÁS QUE UN CAMPEÓN

La Copa "EL PAIS" se fue para el Norte y ha sido San Eugenio, el equipo artiguense, el que ha operado el cambio otorgándole al campeonato y al trofeo mismo, una característica inusual, pero desde luego favorable, feliz e importante.


La base de ese cambio (es la primera vez que Artigas obtiene la Copa, como también lo es por parte de un representante del norte), son indudablemente las virtudes futbolísticas del representativo tricolor, que ha puesto en la empresa las aptitudes de un núcleo juvenil a los que se le han aportado confianza y los necesarios estímulos, consejos y advertencias, para que de esa forma surgiera esta savia nueva para renovar viejas estructuras no sólo del club campeón, sino también del propio fútbol artiguense.
Felicitaciones pues, para San Eugenio, abanderado del fútbol de Artigas y de una causa superior como es el progreso y la unidad del fútbol del interior. Su victoria ha conjugado todos esos propósitos y su actuación relevante y capacitada en lo deportivo y social, ha dado también el paso trascendental para uno y otro sentido.


En lo deportivo, San Eugenio, revolucionó al fútbol artiguense y al del propio Campeonato, en base a la juventud y a procedimientos tácticos en los que puso atención al juego de fuelle atacando y defendiendo con muchos hombres. Cuando San Eugenio se defendió lo hizo con solvencia y en base a un buen agrupamiento de hombres. Cuando atacó, utilizó la sorpresa, la velocidad, el desborde, el acoplamiento de figuras que en notable prodigación se desprendían desde atrás para llegar arriba, rotar, distraer marcas y acompañar a los jugadores de ataque y definición, todos con practicidad y excelentes condiciones técnicas.


San Eugenio tuvo así los elementos humanos y técnicos para resaltar en una tarea de equipo, bien planificada y ejecutada que estuvo sostenida dentro de la cancha por los integrantes de un parejo, juvenil y excelente plantel, y afuera de la misma por el técnico Luis Irigaray, otrora gran figura de las selecciones artiguenses, ahora estudioso e inteligente orientador que fue fundamental para definir el criterio táctico y para jugarse por la juventud del fútbol de Artigas. Junto a él estuvo en la preparación física, otro hombre con años en la función y por consiguiente con aptitudes y conocimientos que dieron buenos frutos y mejor aprovechamiento, como es Juan Carlos Pesciallo.


Ni que hablar de una capacitada labor de la Comisión Directiva que preside el Sr. Donaldo Domínguez y que han dado todo el impulso y el apoyo en los criterios deportivos, jugándose por lo técnico y lógico, sin especulaciones de ninguna clase y recogiendo felizmente la compensación que es el estímulo que necesita, no sólo San Eugenio, sino su propio fútbol y todo el fútbol en general.


En lo social, la Directiva de San Eugenio, dio pruebas de volcar en viejos moldes de caballerosidad e hidalguía, la cortesía, amabilidad y hospitalidad de su gente que hicieron grata la estadía de cuanto club visitó la ciudad norteña, y especialmente de la gente del Universal con quienes dirimieron el título en expresiones de alta técnica deportiva y elevada y noble confraternidad.Pueden estar orgullosos los actores de las finales. El deporte ganó una batalla y junto a la misma se acreció el buen concepto de su importancia entre las relaciones de los hombres.


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Editado en El País, día 21 de junio de 1970
Néstor Pallares (Enviado Especial a San José)


MAGNÍFICA CONSAGRACIÓN DE SAN EUGENIO


Proeza de un grupo hecho para las mejores hazañas.
Cuando el árbitro dio las tres características pitadas señalando la finalización de la contienda, el campo del "Castro Martínez Laguarda" se convirtió en una verdadera locura. Si en ese momento, alguien que ignorara lo que estaba pasando hubiera entrado al estadio, seguramente habría pensado que se trataba de un ataque de locura colectiva.


Futbolistas que se revolcaban en el barro al no encontrar otra forma de demostrar su
alegría. Otros que corrían por el terreno hasta encontrar los brazos abiertos de algunos de los muchos parciales que entraron al field, para luego estrecharse en un interminable abrazo. Y un denominador común en todos: lágrimas. Lágrimas de victoria. Lágrimas de alegría.La barrita artiguense, reducida pero muy bullanguera, gritaba cada vez más fuerte estribillos, muestra clara de su cercanía con la frontera, mezclando los tradicionales de nuestras parcialidades con los de las "torcidas" brasileñas.


Al pasar a nuestro lado el DT artiguense, Luis Irigaray nos dijo: "Del partido no puedo decir nada, sólo que me cansé más yo de afuera que los jugadores". Más gráfico imposible. Es que todos los artiguenses presentes ayer en la ciudad maragata VIVIERON, así con mayúscula, el encuentro. Y ellos también tuvieron su cuota parte en la victoria, brindando desde el primer minuto su aliento constante desde fuera de barreras, dando a sus jugadores ese mensaje de aliento que trasmite una parcialidad, que como la de San Eugenio mostró siempre una fe indeclinable en los hombres que vistieron sus colores.
Luego la vuelta olímpica. Y con ella un gesto magnífico de la parcialidad maragata brindando una ovación a los players rivales, reconociendo así la justicia de una imposición con caracteres de proeza.


Luego los hombres de la casaquilla albiazul fueron desfilando delante nuestro y allí estuvo nuestra sorpresa mayor. Porque detrás del barro que los cubría casi por completo vimos caras de niños. Entonces empezamos a comprender muchas cosas. Esa enorme prodigación mostrada en el campo. Esas demostraciones rayanas con el paroxismo en ocasión de conquistar los goles y al final del match.Y llegamos a una conclusión: con ese núcleo, con esa gente, cualquier hazaña era posible. Y comprendimos entonces el por qué de esa fe ciega en sus hombres, mostrada por su parcialidad.


Y los muchachos cumplieron. Con su juego y con su enorme entusiasmo, permitiéndole a los artiguenses vivir la emoción de una conquista que su selección no le pudo brindar.


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UNA GRATA FIESTA SE VIVIÓ EN LA NOCHE DEL SÁBADO EN NUESTRA CASA


Nuestro diario, se convirtió el sábado, en la casa del Club San Eugenio y fueron vivas las demostraciones de elogios y felicitaciones brindadas por los integrantes del Consejo Ejecutivo de OFI, de parte de los residentes de Artigas en Montevideo, y como es lógico, de todos los integrantes de la página deportiva de El País.



GRATOS MOMENTOS DEL ACTO


Dirigentes del Club Campeón y de OFI, junto a compañeros de nuestra casa, en un momento agradable.El Sr. Julio Yaquinta en nombre de la Administración de El País hace uso de la palabra ofreciendo la Copa a los brillantes campeones.


EL TROFEO EN MANOS DE SAN EUGENIO
El presidente del club artiguense San Eugenio, Sr. Donaldo Domínguez, recibe la Copa El País de manos de los señores Julio Yaquinta y Efraín Martínez Fajardo, rodeados de dirigentes y jugadores del equipo campeón.



El Presidente de San Eugenio, Sr. Donaldo Domínguez le ofrece un objeto de arte en piedra preciosa artiguense al Presidente de OFI, Prof. Néstor Abella Toja



El Trofeo ganado por San Eugenio en el VI Campeonato de Clubes Campeones del Interior - Copa El Páis en el año 1970
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CAMPEONES


En el exterior del muro que rodea al Estadio Matías Gonzalez de Artigas hay una serie de placas de bronce conmemorativas de las más importantes conquistas del fútbol local.
Sobre éstas - también en letras de bronce - una significativa leyenda:


"El pueblo de Artigas a sus campeones"


En una placa colocada el día 12 de setiembre de 1977 se lee:
SAN EUGENIO CAMPEÓN DE CAMPEONES DEL INTERIOR COPA EL PAIS 1970
Presidente: Donaldo Domínguez
Delegado y jefe de la Delegación: Luis Alberto Fernández
Director Técnico: Luis Irigaray
Preparador Físico: Juan Carlos Pesciallo
Kinesiólogo: Juan Edgar Vega
Plantel de jugadores por orden alfabético de apellidos:


Luis Aguirregaray Goncalves - Ramón Ayzaguer - Adán Bandera - Arturo Benítez - Gary Castillo - Nery Castillo - Roberto Dávila - Washington Dos Santos - José Ely Goncalvez - Florentino Lima - Jorge Paz - Ruben A. Pesciallo - Walter Pinato - Eduardo C. Ríos - Esteban Rodríguez- Carlos Salvador - José Salvador - Miguel A. Salvador - Florencio Sanchis