SAN EUGENIO FÚTBOL CLUB 100 AÑOS

Artigas, 8 de Mayo de 2008
En la primera década del siglo pasado, en el pueblo San Eugenio del Cuareim - el más remoto bastión oriental, solitario centinela de una región agreste y olvidada conocida como “el lejano norte” - se fundó un club para la práctica del nuevo juego que se expandía y conquistaba adeptos por el mundo entero.
El 8 de mayo de 1908 nacía San Eugenio Fútbol Club, el decano de nuestro deporte que hoy festeja sus primeros cien años.

Su historia continúa entrelazada y confundiéndose con la propia historia de su pueblo natal del cual tomó el nombre.
El propósito de esta página es - a través de notas, crónicas y registros gráficos -rescatar la memoria de aquellas personas que con su dedicación y esfuerzo hicieron posible la realidad que hoy vivimos.

Aunque aquí se manejen nombres y fechas, hechos trascendentes y acontecimientos significativos, es nuestro deseo y nuestro deber homenajear a todo el colectivo de San Eugenio en general. Honrar a la masa anónima que a través del tiempo contribuyó con lo que estuvo a su alcance para el progreso del Club y por ende de nuestra comunidad.
Es una grata forma de conmemorar y es además un acto de justicia, tener presente el trabajo y la voluntad de aquellos vecinos, hombres y mujeres nacidos en esta tierra - y los hijos por adopción - quienes echaron a volar el sueño de los fundadores, y de miles de personas que a lo largo de este siglo pasaron por la Institución dejando su desinteresado aporte en trabajo, en esfuerzo físico, en emociones y sentimientos, disfrutando alegrías y compartiendo sinsabores, cosechando amistad y conviviendo fraternalmente.

A la fecha de completar cien años San Eugenio F.C. es el actual campeón y se encuentra en un período de mucho trabajo y realizaciones, se ha transformado la vieja canchita en un moderno estadio, se está remodelando la Sede y siguen otros proyectos para el entorno.
Ahora, cuando la familia de San Eugenio está reunida y de fiesta, creemos que es el lugar y el momento propicio para prometer a nosotros mismos y prometerles a quienes ya se fueron - estén donde estén - que daremos lo mejor de cada uno para continuar su obra y seguir por la senda honrosa y exitosa que nos trazaron
Queremos estrechar en un enorme abrazo de agradecimiento a todos sin distinciones, a la ciudadanía en general y a las autoridades, a los dirigentes, funcionarios y colaboradores, a los jugadores de todas las divisiones, a la hinchada y a los admiradores de todas partes.

El reconocimiento profundo y nuestro cariño - acompañado de un virtual ramo de flores blancas - a todas las madres, esposas, novias, amigas o hermanas, y a todas las mujeres que saben llevar con orgullo y de corazón, la camiseta de San Eugenio.
En lo deportivo, antes que nada queremos referirnos a las jornadas adversas, aquellas ocasiones cuando no se pudo alcanzar el triunfo pero supimos estrechar con hidalguía la mano del vencedor, tranquilos y conscientes de habernos esforzado al máximo. Las victorias son de muy fácil digestión, es en las derrotas donde debe aflorar el verdadero espíritu olímpico, saber perder nos hace grandes.

Un especial reconocimiento a cuántos soñaron e intentaron la difícil tarea de defender nuestros colores dentro del campo de juego y al no lograr hacerlo, lejos de apartarse, han encontrado la manera de continuar participando desde otras funciones con el mismo fervor y el mismo amor al club.
El refranero popular se refiere a esos entusiastas deportistas como "los cracks que no llegaron", sin embargo para San Eugenio aquellos que sienten de verdad estos colores, también fueron y serán campeones, nuestros campeones de corazón.
La exitosa trayectoria deportiva - la mayor y más rica cosecha de trofeos y laureles - siempre ha sido avalada y enaltecida por la jerarquía de las otras instituciones que fueron naciendo posteriormente, por la valía de los ocasionales adversarios, considerados como tales únicamente dentro del campo de juego y con quienes se convive fraternalmente unificando esfuerzos para el crecimiento de toda la comunidad.

A todos ellos - sin excepción alguna - a todo el deporte y la gente de Artigas, el reconocimiento y el afecto de la gran familia de San Eugenio.
José


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